La llegada de Octubre implica la despedida temporal del calor veraniego y el frío no pasa desapercibido durante las últimas semanas del mes junto con la caída de las hojas de los árboles que poco a poco van inundando el suelo de las calles y anuncian la llegada del Otoño y se relaciona rápidamente con La Castañada
Las castañas son protagonistas en esta celebración
Esta actividad para ellos requería mucho esfuerzo y para reponer fuerzas llevaban castañas en sus bolsillos para comerlas en el descanso acompañado de un vino dulce para aliviar el frío.

A partir de ahí, durante el siglo XVIII el hecho de comer castañas en estas fechas se hizo costumbre y nacieron las castañeras, mujeres con un puesto para la venta de castañas, se podían encontrar en cualquier rincón de villas, ciudades y pueblos junto a el tostador que utilizaban para tostar las castañas y el boniato. Muy fácil de encontrar y agradable de tener cerca debido al calor que desprendía y el olor que dejaban a lo largo de las calles. Las sensaciones que se experimentan al encontrarte con un puesto de castañas te sitúa rápidamente en las vísperas de ésta festividad.
Antiguamente mientras se tostaban las castañas se rezaban tres partes del rosario en honor a los difuntos de la familia y también se decía que por cada castaña que se comía se liberaba un alma del purgatorio.
Panellets los dulces del Otoño.
En la Cataluña Vieja existía la costumbre de celebrar comidas funerarias tras la muerte de algún familiar, seguidas de un rígido protocolo en el que se tenía cuidado por la distribución de comensales, la forma de poner la mesa y los platos que se servían, y uno de ellos eran los panellets y se dice que a raíz de esta costumbre nació otra nueva, que es comer panellets en la noche de Todos los Santos. Otro posible origen es la teoría que dice que proviene de la costumbre de “La bendición de los panes” un ritual de ofrenda a las tumbas de fallecidos y esto poco a poco fue evolucionando a los dulces panellets.
Hoy en día estos dulces son lo mas esperado del puente de Todos los Santos, la tradición perdura a lo largo del tiempo y se ha convertido en un momento único que se comparte entre familia o amistades.

La Castañada en el Ripollès.
¿Te agradaría pasar el puente en nuestra Casa Rural? ¿Y disfrutar de la castañada en estas tierras?
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